viernes, 20 de diciembre de 2013

BOLETÍN EXTRA DICIEMBRE 2013

EDITORIAL
EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD.
La Navidad genera sentimientos contrarios. Hay quienes disfrutan de ella, sobre todo si hay niñas y niños
alrededor; y quienes desean que esos días pasen cuanto antes, no les traen buenos recuerdos. Cuando se
habla del espíritu navideño se habla de solidaridad, paz, buena voluntad… Es decir, como si TODOS tuviéramos que tener esa actitud en estas fiestas. Y por eso hay que celebrarlo. Cócteles, comidas, cenas, una estética típica donde resaltan los árboles adornados, los belenes, luces encendidas, etc.
Desde lo privado, cada cual puede participar o no de ese espíritu. Pero, desde una institución pública no se
nos debe “imponer” a las trabajadoras y trabajadores este sentimiento navideño. La presión de la ideología
de las autoridades del MECD se ejemplifica bien aquí con los belenes, expuestos delante de nosotros, como
aparece en las fotos. Si no gustan los belenes, hay que tragárselos porque hay que ser solidario y tener buena voluntad con los que sí disfrutan de la Navidad (o sea, asumir su ideología). Pero, a quienes no les gusta la Navidad ¿cuál es el espíritu navideño con ellos? ¿Dónde queda la libertad?
Más aún. ¿Qué ocurre con los empleados que hemos perdido poder adquisitivo, un 5% en el sueldo, una paga extra y moscosos? ¿Qué pasa con quienes han ido al paro por la reforma laboral, con quienes están malnutridos, con quienes se han quedado sin beca o han emigrado a otros países por los recortes…? ¿Hay espíritu navideño para ellos? ¿O tiene que ser la solidaridad de la ciudadanía, su caridad, la que deba funcionar, como ya está pasando? ¿El espíritu navideño de los poderes públicos consiste solo en poner belenes?


jueves, 12 de diciembre de 2013

BOLETÍN INFORMATIVO nº 29

EDITORIAL
UGT está atravesando unos momentos muy difíciles. Las informaciones que aparecen en algunos medios, muchas de ellas falsas (el dinero de la formación, o lo el gasto en comidas), están haciendo un daño terrible no solo a UGT sino a todo el movimiento sindical. Y es lo que se persigue desde sectores influyentes.
Ahora bien, conviene separar el grano del trigo.
Si se han producido irregularidades, habrá que aplicar la ley pronto y con todo su rigor. Tanto en banca o en política como en UGT.
No se puede “criminalizar” a toda la organización. Las secciones sindicales, las bases de la organización, seguimos defendiendo los derechos y demandas de los trabajadores. Nuestra sección sindical lo hace y lo seguirá haciendo. Convocamos las marchas de los “viernes negros” y somos de los pocos Ministerios que salen a la calle de forma continuada generando presión (hace poco el ministro Montoro anunció que nos daba un Moscoso más; sí de los que nos quitaron); los delegados de prevención evalúan los puestos en
los centros y redactan los informes donde se perciben riesgos; llevamos por vía judicial el asunto de la paga extra que nos quitaron el año pasado; participamos siempre en la baremación y en todas las comisiones de valoración de los concursos de traslados de los funcionarios en todos los ámbitos y unidades del Departamento; trabajamos para que la acción social beneficie al mayor número de empleados con el presupuesto cada vez más recortado; participamos en la mesa de contratación de las empresas encargadas
de proporcionar los uniformes y velamos porque se cumplan las condiciones; estamos en el grupo de trabajo de formación; trabajamos en el Comité de Empresa y en la Junta de Personal. Y siempre que nos necesita un empleado, ahí estamos. Hacemos lo que tenemos que hacer. En consecuencia, no valoremos a
todos de igual manera. (Artículo de I. Gabilondo, en la página.4 del Boletín Informativo, ya con un año de antigüedad, 16/11/2012. Por tanto, este asunto no es reciente; ahora toca acabar con el movimiento sindical).